La reunión entre Donald Trump y Volodímir Zelenski en la Casa Blanca, que inicialmente prometía avances hacia la paz en Ucrania, terminó abruptamente en un intercambio tenso y sin acuerdos concretos. Trump, visiblemente molesto, acusó al presidente ucraniano de «jugar con la Tercera Guerra Mundial» y decidió dar por finalizadas las negociaciones sobre un acuerdo de cesión de minerales ucranianos a Estados Unidos, alegando una falta de respeto por parte de Zelenski. La respuesta de Europa fue inmediata, con líderes del continente manifestando su apoyo a Ucrania, mientras Rusia se alineó con Trump, criticando a Zelenski. Este desencuentro tira por tierra los esfuerzos de Macron y Starmer, quienes intentaron persuadir a Trump para que comprometiera más apoyo a Ucrania. Ahora, el futuro de las relaciones entre Estados Unidos y Ucrania permanece incierto, así como el acceso estadounidense a los recursos naturales ucranianos.
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