El primer ministro de Canadá, Mark Carney, visitó la Casa Blanca, evidenciando una cálida relación con el presidente estadounidense Donald Trump. A pesar de su persistente desacuerdo comercial debido a aranceles del 35% impuestos por Trump sobre productos canadienses, ambos líderes mostraron optimismo sobre alcanzar un acuerdo. Durante una conferencia conjunta, Trump elogió a Carney como un líder mundial efectivo y destacó el progreso en la relación bilateral. Aunque la economía canadiense sufre por la guerra comercial, ambos mandatarios reafirmaron su compromiso con un acuerdo que beneficie a sus naciones, considerando incluso posibles pactos bilaterales. La visita transcurrió en un ambiente cordial, a pesar de la desafiante propuesta de Trump de considerar a Canadá como el «Estado 51», lo cual Carney rechazó anteriormente.
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