Ucrania está en negociaciones para adquirir misiles Tomahawk de largo alcance de Estados Unidos, lo que permitiría al país extender su alcance militar hasta Moscú y otras ciudades clave de Rusia. Esta solicitud de armamento avanzado refleja el continuo esfuerzo ucraniano por fortalecer sus capacidades defensivas en el contexto del conflicto con Rusia, elevando potencialmente las tensiones regionales. Estados Unidos aún no ha confirmado si accederá a esta petición, pero las conversaciones subrayan la creciente complejidad de las dinámicas geopolíticas en Europa del Este.
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