La situación en Siria se encuentra en un momento crítico, con la reunificación del territorio pendiendo de un hilo debido a los complejos intereses geopolíticos. Las tensiones entre el gobierno de transición sirio, conformado por rebeldes islamistas y las fuerzas kurdas en el noreste, se intensifican frente a los intereses de Turquía, que prepara una posible incursión a gran escala similar a la de 2019, según altos funcionarios estadounidenses citados por The Wall Street Journal. Esta operación turca, que incluiría militares y milicias aliadas, amenaza con desestabilizar aún más la región de Kobane, enclave kurdo respaldado por Estados Unidos. Ilham Ahmed, de la administración kurda, ha solicitado al presidente electo Donald Trump presionar a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, para evitar la operación, destacando que una invasión forzaría a miles a huir. Mientras tanto, las Fuerzas Democráticas Sirias han acusado a Turquía de sabotear los esfuerzos de mediación para una tregua en Manbij y Kobane, complicando aún más la búsqueda de paz en la región.
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