El avión Embraer 190 de Azerbaijan Airlines, que cubría la ruta entre Bakú y Grozni, se estrelló en Kazajistán después de que un sistema de defensa aérea ruso lo derribara, según Andri Kovalenko del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania. Kovalenko alegó que el avión sufrió daños tras la explosión de un misil, contradiciendo las afirmaciones iniciales de colisión con aves por parte de autoridades rusas. Mientras Grozni era objeto de ataques con drones, Rusia habría omitido cerrar su espacio aéreo, lo que, según Kovalenko, forzó al avión a dirigirse a Kazajistán en lugar de realizar un aterrizaje de emergencia en Grozni. Los esfuerzos de los pilotos evitaron que el incidente escalara en tensión internacional, resultado en 38 muertes de un total de 67 personas a bordo. La Agencia Federal de Transporte Aéreo rusa mantiene la versión de la colisión con aves, mientras que blogueros rusos sugieren un derribo.
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