La guerra entre Ucrania y Rusia ha alcanzado un nuevo nivel tras el reciente ataque de Ucrania con 45 drones a Moscú y otras regiones rusas, dos años después del inicio de la invasión rusa. Desde el 6 de agosto, tropas ucranianas han avanzado en la región de Kursk, capturando más de 1.250 kilómetros cuadrados y exponiendo la vulnerabilidad rusa. El Ministerio de Defensa ruso informó que los drones fueron interceptados en varias regiones, incluido Podolsk, cerca del Kremlin. Aunque los principales aeropuertos de Moscú limitaron operaciones temporalmente, no se reportaron víctimas ni daños materiales. Ucrania también atacó un sistema de misiles antiaéreos S-300 en Rostov, mientras que un intento similar de Kiev en mayo fue calificado por Vladimir Putin como provocación.
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