La reciente Operación Telaraña de Ucrania ha demostrado su capacidad para infligir severos daños a Rusia. Utilizando drones económicos, Ucrania ha destruido más de 40 aviones de combate rusos en Siberia, lo que representa el 40% de los bombarderos estratégicos de Rusia. Este devastador ataque precede a las conversaciones de paz en Estambul, donde se anticipa que no se logrará un cese de hostilidades debido a la postura inmutable de Vladimir Putin. El Ministerio de Defensa ruso confirmó que los drones alcanzaron cuatro aeródromos, utilizando ingeniosas tácticas de contrabando. El ataque, planificado durante 18 meses por el SBU, subraya un aumento en las incursiones transfronterizas antes de las negociaciones en Estambul.
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