Donald Trump expresó su confianza en las promesas de Vladimir Putin para terminar la guerra en Ucrania, pese al escepticismo europeo y la desconfianza de Volodímir Zelenski. En una reciente cumbre en Alaska, Trump, influenciado por los encantos políticos de Putin, se alejó de exigir un alto el fuego inmediato, alineándose con la narrativa rusa de buscar paz sin cesar las hostilidades. Por otro lado, líderes europeos, en sintonía con Zelenski, actuaron como bloque para garantizar que las conversaciones de paz prioricen la soberanía ucraniana. Putin, por su parte, busca situar a Ucrania como el agresor mientras persigue el debilitamiento de su ejército. El contexto se complica con la intervención diplomática de Trump, quien, tras ocho meses de mandato, persigue el Nobel de la Paz como reconocimiento. Europa mantuvo a raya el potencial desastre, reafirmando las alianzas y la necesidad de fortificar la seguridad ucraniana, en un escenario donde la paz aún parece lejana.
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