En la última cumbre del año de la Unión Europea, los líderes europeos han reafirmado su compromiso de asegurar la financiación necesaria para evitar la quiebra de Ucrania, suma que podría alcanzar los 136.000 millones de euros en 2026 y 2027. Ante la advertencia del presidente ucraniano Volodimir Zelenski, sobre el estado crítico de su país, se han discutido dos opciones: utilizar los activos rusos congelados como garantía para un «préstamo de reparación» o establecer un préstamo conjunto de la UE. El canciller alemán Friedrich Merz ha abogado firmemente por la primera opción, en medio de las reticencias de algunos países como Bélgica, que exige garantías para no sufrir represalias legales por parte de Rusia. La reunión, marcada por tensiones, ha pospuesto además la votación sobre el acuerdo comercial con el Mercosur debido a objeciones de Francia e Italia, mientras Hungría, liderada por Viktor Orbán, se resiste tanto a usar los activos rusos como a aprobar un préstamo conjunto.
Leer noticia completa de Internacional en El Independiente.



