La situación de la siniestralidad laboral en Andalucía es alarmante, con casi 105.000 accidentes de trabajo registrados en 2024. Esta cifra no solo es escalofriante, sino que además refleja una tendencia en aumento, un fenómeno que debería provocarnos una profunda reflexión y acción. Cada día, miles de personas salen de sus hogares con la esperanza de ganarse la vida, pero se encuentran con la dolorosa realidad de perderla, ya sea en el lugar de trabajo o en el trayecto hacia el mismo.
Ante esta cruda realidad, parece que la sociedad está anestesiada. La frecuencia con la que se reportan estas tragedias ha llevado a que muchos las perciban como eventos cotidianos, restando la urgencia y la gravedad que realmente representan. Este estancamiento en la percepción social es preocupante: cada accidente no es solo una estadística, sino una vida interrumpida, una familia destrozada y un futuro truncado.
Es necesario que la siniestralidad laboral deje de ser un tema relegado a un breve informe informativo o un minuto de silencio en señal de luto. La magnitud del problema exige una respuesta contundente y un compromiso colectivo. No podemos aceptar que las vidas de las personas se conviertan en cifras que simplemente aparecen en un boletín. Es imperativo que se adopten medidas efectivas para garantizar la seguridad de los trabajadores, investigar las causas de cada accidente y, sobre todo, implementar políticas que prioricen la prevención.
El camino hacia un entorno laboral seguro comienza por reconocer la gravedad de la situación. La responsabilidad recae en todos: empleadores, gobiernos y la sociedad en su conjunto. No podemos permitir que la siniestralidad laboral continúe avanzando como si fuera una parte ineludible de la vida diaria. Es tiempo de actuar, de crear conciencia y de construir un futuro donde ir a trabajar no signifique poner en riesgo la vida.
Fuente: CCOO Andalucía.