Robert Francis Prevost, con raíces europeas y una trayectoria eclesiástica en Perú, ha sido nombrado papa, generando entusiasmo en la comunidad hispanohablante. A pesar de su origen estadounidense, su fluencia en español resonó profundamente en quienes acudieron a la Plaza de San Pedro para recibirlo. Netza Itzcóatl, un joven mexicano, expresó su emoción al ver a un papa del continente americano liderar la Iglesia. Pilar Alba, otra feligresa mexicana, destacó la importancia de escuchar al nuevo pontífice hablar en español, señalando que trajo esperanza en tiempos complejos. Juan Emilio Garrido, desde Sevilla, compartió su entusiasmo por la inesperada elección, celebrando la conexión cultural y espiritual que ello implica.
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