Han pasado 25 años desde el asesinato del periodista a manos de una banda terrorista, un hecho que dejó una marca imborrable en su familia. Su hija aún siente un «dolor íntimo», con recuerdos que permanecen vívidos a pesar del tiempo transcurrido. La tragedia familiar resalta la dificultad de superar la pérdida cuando esta está ligada a la violencia y la injusticia.
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