En 2025, un 20,0% de las empresas de la Unión Europea (UE) con 10 o más empleados han integrado tecnologías de inteligencia artificial (IA) en sus operaciones, marcando un aumento notable en comparación con el 13,5% registrado en 2024. Este crecimiento destaca una tendencia sostenida de adopción tecnológica, que se ha intensificado desde el 7,7% observado en 2021. Este incremento no solo refleja una adaptación al entorno competitivo, sino también una aceptación cada vez más amplia de las herramientas digitales.
Los países nórdicos están liderando esta transformación digital, con Dinamarca a la vanguardia, donde el 42,0% de las empresas utilizan IA. Le siguen de cerca Finlandia y Suecia, con un 37,8% y un 35,0% respectivamente. Sin embargo, el panorama europeo es diverso, ya que países como Rumanía (5,2%), Polonia (8,4%) y Bulgaria (8,5%) muestran cifras considerablemente más bajas, lo que revela disparidades significativas en la adopción de tecnologías IA.
La expansión en el uso de la IA no se ha limitado a unas pocas naciones; casi todos los estados miembros de la UE han reportado un aumento en la adopción de estas herramientas respecto al año anterior. Dinamarca se destacó con el incremento más alto, de 14,5 puntos porcentuales, seguida por Finlandia y Lituania, con 13,5 y 12,5 pp respectivamente.
Dentro de las aplicaciones de la IA en el ámbito empresarial europeo, el análisis del lenguaje escrito se posicionó como la más prevalente, con un 11,8% de empresas usándola. También son comunes la generación de imágenes, vídeos, sonidos (9,5%), y el procesamiento de lenguaje escrito o hablado (8,8%). En comparación con 2024, el análisis del lenguaje escrito experimentó el mayor aumento, de 4,9 pp, evidenciando su creciente relevancia en el mercado.
Este panorama evidencia un avance contundente en la integración de la IA en los procesos empresariales, augurando significativas repercusiones en términos de eficiencia y competitividad en el entorno europeo. La adopción de estas tecnologías no solamente sugiere mejoras operativas, sino un cambio estructural en cómo las empresas se preparan para enfrentar las exigencias de un mercado cada vez más impulsado por la innovación tecnológica.
