El aceite de rosa mosqueta se destaca por sus propiedades regenerativas, hidratantes y antioxidantes, convirtiéndose en un aliado esencial para combatir las estrías y proteger la piel del envejecimiento. Extraído del prensado en frío de las semillas de la rosa canina, este aceite es rico en ácidos grasos esenciales y vitaminas, lo que refuerza la barrera cutánea y mejora la hidratación, especialmente durante el invierno cuando la piel tiende a secarse. Además de su capacidad para estimular la producción de colágeno y elastina, aporta un efecto calmante y antiinflamatorio, haciendo de este producto un imprescindible en el cuidado cutáneo. Las opciones disponibles en el mercado, como las de Natural Carol y Saluvital, permiten adaptar su uso a diferentes necesidades, garantizando una piel más luminosa, flexible y resistente al frío.
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