En febrero de 1936, cuando los españoles votaron, pocos previeron la inminente Guerra Civil. El clima de violencia y caos promovido por el Frente Popular y la izquierda desde 1931, exacerbado tras el golpe de Estado de 1934, culminó en un enfrentamiento fratricida, alimentado por discursos incendiarios y la intromisión de la inteligencia soviética. El asesinato del líder opositor José Calvo Sotelo por la escolta de Indalecio Prieto confirmó el rumbo hacia el conflicto. Hoy, se argumenta, el gobierno actual liderado por Pedro Sánchez revive esas tensiones históricas, reescribiendo la historia y manipulando instituciones y medios. Ante este panorama, se hace un llamado a la oposición para unirse y defender la democracia ante lo que se describe como una amenaza similar al pasado.
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