En un tenso encuentro en Berlín entre el Unión y el Bochum, la suspensión del partido fue inevitable cuando un mechero lanzado desde la grada impactó en la cabeza del portero visitante, Patrick Drewes. Tras el incidente, ambos equipos abandonaron el campo y regresaron cerca de media hora después para completar los escasos minutos restantes. Drewes no pudo continuar, siendo sustituido por el delantero Philipp Hofmann debido a que el Bochum ya había agotado las sustituciones permitidas. En un gesto de fair play, los jugadores decidieron no competir en los minutos finales, simplemente pasándose el balón hasta el pitido final. Bochum terminó con nueve jugadores por la ausencia de Drewes y una tarjeta roja previa. El árbitro fue elogiado por su manejo de la situación, y el aficionado responsable fue identificado y entregado a la policía.
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