Urgencia en Europa: El Sector Salud Frente a la Epidemia de Violencia Contra las Mujeres

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Silvia Pastor

La persistente epidemia de violencia de género en Europa continúa afectando a más de 123 millones de mujeres y niñas, siendo una realidad que pone en evidencia la falta de avances significativos en materia de protección y atención sanitaria, según un informe reciente de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Este alarmante panorama resalta la magnitud de una crisis de salud pública que lleva ya décadas sin resolverse.

Del análisis realizado por la OMS sobre 241 políticas en 53 Estados miembros, se desprende que menos de la mitad han implementado los servicios mínimos recomendados para la atención de las víctimas de violencia. Esto muestra una grave deficiencia en los sistemas de salud para detectar, atender y proteger a millones de sobrevivientes, en un contexto donde los feminicidios no solo no han disminuido, sino que parecen estar en aumento.

En cuanto a las cifras, el 21,7% de las mujeres entre 15 y 49 años han sufrido violencia por parte de sus parejas, y el 6,5% en el último año. La violencia sexual causada por personas externas a la pareja también es preocupante, con un 9,1% de mujeres reportando haberla experimentado al menos una vez en su vida. En total, si se consideran todas las formas de agresión, se estima que un 28,9% de las mujeres ha enfrentado violencia severa en algún momento de su vida, aunque la OMS advierte que estas estadísticas podrían ser conservadoras debido a la falta de denuncias por miedo y estigmatización.

El estudio destaca que, pese a que la mayoría de los países europeos han adoptado planes para combatir la violencia de género, el sector salud sigue rezagado. Solo el 45% de los países dispone de guías específicas para el manejo de estos casos por parte del personal de salud, y apenas un 43% lo ha integrado en sus estrategias nacionales de salud. De especial preocupación es la falta de servicios esenciales como anticoncepción de emergencia, aborto seguro, y atención psicológica, elementos que están presentes en menos del 40% de las políticas revisadas.

A pesar de todo, se registran algunos avances: un 75% de los países cuenta con políticas de formación para el personal sanitario, lo cual representa un paso positivo hacia una mejor atención. Sin embargo, la OMS enfatiza que estos logros deben transformarse en acciones efectivas y consistentes para mejorar la respuesta de los servicios de salud a la violencia de género.

El llamado de atención es claro: el sector sanitario europeo debe asumir un rol definitivo en la prevención y atención de la violencia de género. La rapidez y responsabilidad en la respuesta son cruciales para asegurar una atención centrada en las sobrevivientes y prevenir daños adicionales. De esta manera, se lograría abordar de manera efectiva una violación de derechos humanos tan grave como extendida.

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