España se enfrenta a una nueva amenaza con la entrada en fase epidémica de la gripe, alcanzando una tasa de 112,2 casos por cada 100.000 habitantes, en notable contraste con los registros del año anterior. Esta situación ha suscitado un llamado urgente desde la Asociación Nacional de Empresas de Sanidad Ambiental (ANECPLA), que subraya la importancia de una adecuada Calidad del Aire en Interiores (CAI) como medida crucial para proteger a la población.
Sergio Monge, presidente de ANECPLA, destaca las lecciones aprendidas de la pandemia de COVID-19, poniendo en relevancia la necesidad de asegurar espacios interiores con aire seguro. «El aire que se respira es tan importante como el agua que se bebe —afirma Monge—. Mantener una buena Calidad del Aire Interior es clave para evitar que situaciones como las vividas vuelvan a repetirse».
El rápido avance de la variante K del virus de la gripe A(H3N2), particularmente contagiosa, lleva a ANECPLA a proponer una serie de medidas preventivas esenciales. Estas incluyen la implementación de planes de ventilación efectivos en espacios sensibles como colegios y residencias, la incorporación de sistemas de filtración adecuados y la monitorización del CO₂ para asegurar la calidad del aire. Además, se recomienda establecer protocolos de higiene ambiental y fomentar la ventilación regular en hogares y centros concurridos.
«Los profesionales de Sanidad Ambiental especializados en CAI llevan años trabajando con rigor científico», añade Monge. Según él, no basta con abrir ventanas: es fundamental contar con expertos que evalúen cada espacio y apliquen las soluciones técnicas pertinentes.
En términos de Salud Pública, ANECPLA insta al avance hacia una normativa específica y homogénea en Calidad del Aire Interior. Monge enfatiza que la epidemia de gripe debería servir como un punto de inflexión, promoviendo un compromiso nacional para garantizar un aire limpio y seguro, lo cual debería ser una prioridad de Salud Pública en el país.
