En la provincia argelina de Tinduf, más de 133.000 refugiados saharauis dependen de la ayuda humanitaria, según Aline Rumonge del Programa Mundial de Alimentos (PMA). La ayuda se ha mantenido esencial desde 1986, proporcionando raciones mensuales para contrarrestar la malnutrición en niños y mujeres embarazadas. Más del 80% de la población saharaui, refugiada desde 1975, depende de esta asistencia. El presupuesto de la PMA aumentó un 37% poscovid, enfrentando crecientes necesidades globales. España lidera el apoyo financiero a los refugiados, mientras la Unión Europea y PMA destinarán cinco millones de euros anuales a esta causa. Los campamentos se establecieron hace 50 años tras la guerra en el Sáhara Occidental, y hoy aún dependen de la asistencia para subsistir.
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