En una reunión histórica celebrada en Riad, las delegaciones de Estados Unidos y Rusia comenzaron un diálogo para intentar afianzar la paz en Ucrania, sin la presencia de representantes europeos ni del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Las conversaciones, precedidas por una llamada de Donald Trump a Vladimir Putin, marcan la primera aproximación de alto nivel entre ambas potencias en tres años, aunque resaltaron las diferencias, tanto en experiencia como en expectativas; mientras Rusia muestra un equipo curtido, Estados Unidos llega con personajes recién designados. En paralelo, líderes europeos como Emmanuel Macron y Keir Starmer instan a enviar tropas de la OTAN a Ucrania para asegurar la paz, aunque este plan enfrenta divisiones dentro de la UE. Zelenski, por su parte, se mantiene firme y avisa que no aceptará ultimátums como el que se sugiere que se estaría gestando entre Rusia y Estados Unidos. Francia y el Reino Unido buscan garantizar la implicación estadounidense en Europa, enfatizando la cooperación transatlántica para contrarrestar las intenciones de Rusia de redibujar la arquitectura de seguridad europea.
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