La Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) ha lanzado un llamado de emergencia dirigido a la comunidad internacional de donantes, instando a la contribución de 21,4 millones de dólares. La finalidad de esta recaudación es ampliar y mejorar los servicios sanitarios para personas desplazadas en varias naciones africanas que enfrentan una crisis de mpox. Esta financiación es crucial para apoyar las iniciativas de respuesta y prevención que beneficiarán a aproximadamente 9,9 millones de refugiados y comunidades de acogida en 35 países del continente.
El mpox, previamente conocido como viruela del mono, es una enfermedad viral cuyo contagio se produce a través del contacto físico con individuos infectados, animales o superficies contaminadas. Aunque ha sido endémica durante décadas en ciertas regiones africanas, su reciente incremento debido a una nueva cepa del virus, denominada clado 1b, llevó a la Organización Mundial de la Salud (OMS) a declarar una emergencia de salud pública de importancia internacional el pasado 14 de agosto.
Hasta la fecha, se han registrado más de 20.000 casos sospechosos de mpox en África este año, de los cuales 88 fueron identificados entre refugiados, principalmente en la República Democrática del Congo con 68 casos, además de otros reportes en la República del Congo y Ruanda. Allen Maina, jefe de salud pública de ACNUR, alertó que este brote sitúa en alto riesgo a las poblaciones más vulnerables, quienes ya enfrentan condiciones de vida precarias en refugios que carecen de acceso a agua potable, jabón y alimentos nutritivos.
ACNUR ha recalcado que África acoge a más de un tercio de los desplazados mundiales, muchos de los cuales residen en países actualmente afectados por la transmisión del mpox. Las condiciones de vida vulnerables están exacerbadas por conflictos prolongados y una crónica falta de financiación humanitaria. La amenaza del mpox podría desbordar aún más los ya limitados recursos humanitarios, poniendo en riesgo servicios esenciales como la distribución de alimentos y la educación.
Maina subrayó la necesidad de apoyar a los gobiernos y socios en la respuesta al mpox, destacando la importancia de que «nadie se quede atrás». La financiación sostenible es necesaria no solo para fortalecer los sistemas de salud, sino también los servicios de agua y saneamiento. Aunque ACNUR ha comenzado a redirigir algunos recursos para abordar el brote, la escala y complejidad de la situación exigen un financiamiento adicional para cubrir las urgentes necesidades.
Desde 2022, ACNUR colabora con autoridades nacionales, agencias de la ONU y otros socios para combatir los brotes de mpox. Ante la gravedad del brote actual, se han mejorado los puntos de lavado de manos en campos de refugiados y centros de tránsito, se ha distribuido jabón y se ha facilitado el acceso a pruebas diagnósticas. Además, se han reforzado los mecanismos de vigilancia y se ha ampliado la formación de trabajadores sanitarios para proporcionar información precisa sobre el mpox, combatiendo la desinformación y el estigma asociado a la enfermedad.
La coordinación entre ACNUR y otros actores clave es esencial para asegurar que los refugiados y demás desplazados sean incluidos en los planes nacionales de preparación y respuesta, alineándose con el Plan Continental de Preparación y Respuesta al Mpox para África, desarrollado en colaboración con los Centros Africanos para el Control y Prevención de Enfermedades y la OMS.
