El XIV Congreso Federal de USTEA, celebrado el 30 de noviembre de 2025, ha tomado una fuerte posición respecto a la situación del Sáhara Occidental, aprobando una resolución que denuncia las múltiples violaciones de derechos humanos que enfrenta el pueblo saharaui desde hace más de cuatro décadas. Esta situación es resultado de la ocupación marroquí iniciada en 1975, un conflicto que ha sido marcado por la desposesión del derecho de autodeterminación del pueblo saharaui y el establecimiento de un régimen de apartheid por parte del Estado marroquí.
La ocupación del Sáhara Occidental comenzó cuando el Rey Hassan II de Marruecos utilizó a su población civil para ocupar lo que en ese momento era la provincia 53 del Estado español. A pesar de las promesas de apoyo a la autodeterminación del pueblo saharaui por parte de líderes políticos españoles, como el Rey Juan Carlos I, dichas promesas han quedado en la historia como meras promesas incumplidas. Esto ha dejado a miles de saharauis viviendo en condiciones precarias en campos de refugiados en lugares como Tinduf, Argelia, mientras que la comunidad internacional ha sido, en gran medida, indiferente a su sufrimiento.
En los últimos cinco años, la situación ha empeorado drásticamente debido a diversos acuerdos, entre ellos el reconocimiento por parte de Estados Unidos de la soberanía marroquí sobre el Sáhara a cambio de relaciones diplomáticas con Israel. Este cambio ha motivado a Marruecos a intensificar sus esfuerzos por lograr que los países europeos asuman su plan de autonomía elaborado en 2007, una táctica que culminó con el apoyo del gobierno español a este plan en marzo de 2022.
A pesar de esta aparente validación internacional de la ocupación marroquí, la ONU sigue reconociendo a España como potencia administradora del Sáhara y le atribuye la responsabilidad de organizar un referéndum de autodeterminación. Recientemente, en octubre de 2025, se informa sobre la ampliación del comercio de productos marroquíes desde el Sáhara, una medida que va en contra del propio Tribunal de Justicia de la Unión Europea, que había anulado acuerdos comerciales previos por no contar con el consentimiento del pueblo saharaui.
La última resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, que supuestamente respalda el plan de autonomía marroquí, no ha hecho más que perpetuar la vulneración de los derechos del pueblo saharaui. A pesar de una aparente legitimación del enfoque marroquí, la MINURSO sigue renovándose, lo que indica que el conflicto sigue sin resolverse y que el diálogo sigue siendo necesario.
Desde USTEA, junto con la solidaridad internacionalista con el pueblo saharaui, se exige el cese inmediato del apartheid impuesto por Marruecos, el fin del colonialismo comercial, la capacidad del pueblo saharaui de gestionar sus recursos naturales, la liberación de presos políticos y, fundamentalmente, el derecho a la autodeterminación a través de un referéndum pacífico.
El pueblo saharaui sigue buscando verdad, justicia y reparación, y la lucha por su libertad continúa siendo una causa compartida por aquellos que creen en los derechos humanos y en la autodeterminación de los pueblos. ¡Viva el Sáhara Libre!
Fuente: USTEA.








