Valentina Pizzuti ha transformado una antigua receta familiar, transmitida por su abuela Pasqualina, en un innovador proyecto en Barcelona que combina tradición culinaria y diseño contemporáneo. Este espacio no solo conserva los sabores del pasado, sino que también actúa como un punto de encuentro para la comunidad local, destacando cómo las raíces culturales pueden integrarse con las tendencias modernas para crear emprendimientos únicos en el ámbito gastronómico y social.
Leer noticia completa en El Mundo.



