Andrew Tate, conocido influencer y exkickboxer, sigue siendo ciudadano de Vanuatu, confirmó un portavoz del gobierno local. A pesar de enfrentar múltiples cargos por delitos sexuales en varios países, incluida una orden de detención internacional emitida por la policía británica para 2024, Vanuatu no tomará medidas sin una condena firme. Esto ocurre mientras Tate y su hermano enfrentan procesos en Rumanía por tráfico de menores y otros cargos graves. A nivel global, Tate es visto como un ícono cultural y un referente de la «manosfera», difundiendo un discurso misógino que ha ganado terreno en plataformas digitales. La situación refleja un sistema de «golden visas» corrupto y destaca el impacto cultural negativo de su influencia, que persiste incluso sin un juicio concluido.
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