En Venezuela se vive un momento crítico tras las elecciones del 28 de julio de 2024, que pusieron en evidencia el debilitamiento del régimen de Nicolás Maduro. Pese a que las encuestas mostraron una clara victoria para el opositor Edmundo González Urrutia, Maduro sigue aferrándose al poder, ignorando las pruebas de fraude electoral. González Urrutia, quien se encuentra exiliado en España, ha iniciado una gira por Latinoamérica en busca de apoyo internacional. Mientras tanto, el régimen ha redoblado la represión interna y busca detener al presidente electo, acusándolo de varios delitos. La comunidad internacional observa con atención, reconociendo un potencial punto de inflexión para la democracia en la región, ya que algunos líderes latinoamericanos, como Gabriel Boric, han reconocido a González Urrutia, mientras Maduro intenta mantener su posición con medidas represivas y alianzas políticas. El desenlace de esta crisis podría definirse el 10 de enero, cuando tradicionalmente se juramenta el mandatario venezolano, augurando posibles cambios significativos en la política del país.
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