Dormir con una mascota puede ofrecer beneficios emocionales, como mejorar la calidad del sueño y reducir el estrés, gracias a la liberación de oxitocina. Sin embargo, esta práctica también presenta desafíos, especialmente en términos de higiene y salud. Las mascotas, al pasar tiempo al aire libre, pueden traer suciedad y parásitos a la cama, lo que podría ocasionar molestias o enfermedades en humanos. Los expertos sugieren tomar medidas preventivas, como asegurar la limpieza del animal, revisar la presencia de parásitos y considerar el bienestar del animal, que puede no sentirse cómodo compartiendo la cama. Para quienes tienen alergias o problemas respiratorios, una alternativa es permitir que la mascota duerma en la misma habitación pero no en la cama, para disfrutar de su compañía minimizando riesgos para la salud.
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