El Tottenham Hotspur se coronó campeón de la Europa League tras un accidentado partido contra el Manchester United, marcado por un gol en propia puerta de Luke Shaw. La final, que tuvo lugar en San Mamés, dejó a ambos equipos con actuaciones más propias de categorías inferiores. Este título les otorga un lugar en la próxima Champions League, mientras que el United se queda sin participación en torneos europeos tras una desastrosa temporada en la Premier League. A pesar de un esfuerzo final, el United no pudo igualar el marcador y concluyó una de las peores temporadas de su historia.
Leer noticia completa en OK Diario.