Imane Khelif se ha convertido en una figura destacada tras asegurar su medalla de oro en los Juegos Olímpicos de París, marcando un hito como la primera boxeadora africana en lograrlo. Sin embargo, su triunfo no ha estado exento de controversias, enfrentándose a una campaña de odio en redes sociales que cuestionó su género y logros, liderada por figuras como Donald Trump y Elon Musk. La joven argelina, que ha sorteado un intenso escrutinio mediático y ataques personales, mantiene su enfoque en el deporte y el activismo social, abogando por un uso responsable de las redes y el fin del ciberacoso. A pesar de la adversidad, Khelif se muestra resiliente y decidida a aprovechar su influencia para empoderar a otras mujeres y defender sus derechos mientras continúa su carrera profesional y su lucha legal contra la difamación.
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