Washington Apuesta por un Equilibrio en Chips con Taiwán, pero Enfrenta Desafíos en su Cadena de Suministro

La Casa Blanca enfrenta un desafío considerable en su intento de equilibrar la producción de semiconductores entre Estados Unidos y Taiwán. La meta es que el 50% de los chips consumidos por el mercado estadounidense se fabriquen localmente. Sin embargo, EE. UU. carece de una cadena de suministro interna madura que pueda sostener tal ambición, especialmente en los nodos avanzados que demandan tecnologías de vanguardia como IA y 5G.

Howard Lutnick, secretario de Comercio, ha promovido esta iniciativa como una estrategia para reducir la dependencia de Taiwán, especialmente en escenarios de crisis, y fortalecer la defensa de la isla. El plan presupone aranceles del 100% a semiconductores importados, salvo exenciones para empresas extranjeras que inviertan en el país, como TSMC y Samsung.

El proyecto, no obstante, carece de una definición clara. Preguntas como qué tecnologías y productos exactos estarían incluidos en el 50% siguen sin respuesta, lo que dificulta evaluar su viabilidad. Según el analista Ming-Chi Kuo, sin especificar estas categorías, el plan es más un eslogan que una estrategia definida.

La industria de semiconductores en EE. UU. ya fabrica una considerable cantidad de chips en nodos maduros, pero la producción de nodos de vanguardia sigue concentrada en Taiwán. TSMC en Arizona está ampliando sus operaciones rápidamente, pero incluso así, cubrir soloía una fracción de la demanda necesaria para alcanzar el objetivo del 50%.

Lograr autonomía no se trata solo de construir fábricas; requiere desarrollar una infraestructura de proveedores de materiales y equipos. Actualmente, este suministro crítico depende en gran medida de Asia, especialmente Japón, y la localización de estas plantas llevará tiempo.

Económicamente, fabricar estos chips en el territorio estadounidense es más costoso. El precio de producción puede ser hasta un 30% más alto en comparación con Taiwán, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad económica del plan.

Para enfrentar el reto, la hoja de ruta debería incorporar la definición clara del “50/50”, priorizar la producción de nodos avanzados y fomentar que los proveedores japoneses y europeos localicen parte de su producción en EE. UU. El objetivo es que las zonas como Arizona, Ohio y Texas cubran una parte significativa de la demanda nacional de chips avanzados para los años 30.

El enfoque no debe centrarse solo en el lugar de producción, sino en cómo se construye una cadena de valor completa que incluya desde materias primas hasta clientes finales. Solo de esta forma el “50/50” podría evolucionar de consigna a realidad tangible en un ecosistema interdependiente.

Cayetano Andaluz
Cayetano Andaluz
Periodista y redactor de noticias de actualidad sobre Andalucía y sus provincias. También información en general.

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