En un movimiento que refleja las tensiones crecientes en la industria tecnológica, Western Digital (WD) ha anunciado que aumentará gradualmente los precios de todos sus discos duros (HDD). La compañía justificó la decisión alegando una demanda sin precedentes impulsada por la inteligencia artificial, y destacó la necesidad de financiar inversiones en innovación y sostenibilidad.
La declaración, firmada por el vicepresidente ejecutivo, Scott Davis, resalta la presión bajo la cual se encuentra el sector del almacenamiento. Este anuncio se une a la reciente decisión de SanDisk de incrementar un 10% los precios de NAND y al congelamiento temporal de tarifas por parte de Micron, reflejando un contexto de cambios rápidos y demandas crecientes.
Además, Western Digital ha modificado sus estrategias logísticas priorizando el transporte marítimo sobre el aéreo para reducir su huella de carbono. Sin embargo, este ajuste traerá consigo tiempos de entrega prolongados que podrían extenderse entre seis y diez semanas, instando a los clientes a anticipar sus pedidos.
El auge de servicios de inteligencia artificial en la nube ha provocado una explosión en la necesidad de almacenamiento masivo, afectando a los principales proveedores de servicios en la nube (CSP) como Google, Oracle y Microsoft, quienes están expandiendo agresivamente sus infraestructuras.
Según datos de TrendForce, los plazos de entrega para discos duros de gran capacidad se están alargando significativamente, lo que obliga a considerar alternativas como los SSD nearline. Aunque estos dispositivos son actualmente notablemente más caros que los HDD, la tendencia apunta a una reducción en esa diferencia, incentivando una transición hacia soluciones flash.
A pesar de los desafíos, los discos duros continúan siendo fundamentales debido a su menor costo por terabyte. No obstante, con el sector abriéndose cada vez más hacia tecnologías híbridas y soluciones flash, la industria se encuentra en una encrucijada de alta demanda y transformación tecnológica.
La carta de WD subraya un escenario donde la combinación de demanda creciente, limitaciones logísticas y la rápida transición hacia nuevas tecnologías está creando una tormenta perfecta en el mercado de almacenamiento.