Desde su creación en 1970, Western Digital Corporation (WDC) ha dejado una huella imborrable en la industria del almacenamiento de datos. Con sede en San José, California, la empresa se ha destacado por su papel pionero en el desarrollo de discos duros y dispositivos de almacenamiento en flash, además de ofrecer soluciones avanzadas para centros de datos. A lo largo de su existencia, Western Digital ha sorteado los altibajos de la tecnología y la economía global, forjando un legado de innovación y resiliencia.
La historia de Western Digital comenzó bajo el nombre de General Digital Corporation, fundada por Alvin B. Phillips, un visionario ex empleado de Motorola. Aunque originalmente se dedicaba a la fabricación de equipos de prueba MOS, la empresa rápidamente reorientó sus esfuerzos hacia la producción de semiconductores. Un año después, adoptó el nombre de Western Digital y para mediados de la década de 1970, se había convertido en el mayor fabricante independiente de chips para calculadoras.
No obstante, no todo fue un camino llano. La crisis del petróleo de los años 70 y la quiebra de Bowmar Instrument, su principal cliente, llevaron a la empresa a declararse en bancarrota en 1976. Bajo la dirección de Chuck Missler, quien asumió como presidente y CEO en 1977, Western Digital se reinventó. Enfocándose en la producción de controladores de discos duros, se estableció como un actor relevante en este segmento.
La oportunidad de oro para Western Digital surgió en 1983, cuando cerró un contrato con IBM para proveer controladores de discos duros para el PC/AT. Esta asociación fue el punto de partida para el desarrollo del interfaz ATA, un estándar que perduraría en la industria durante décadas. Durante los años 80, la empresa diversificó sus operaciones, adquiriendo compañías como Paradise Systems y Faraday Electronics, pero siempre mantuvo las soluciones de almacenamiento como su núcleo de negocio. La compra de los activos de Tandon en 1988 marcó su ingreso en la fabricación de discos duros completos con la línea Centaur.
La década de 1990 vio el lanzamiento de la serie Caviar, discos duros que incorporaban tecnologías de vanguardia y que catapultaron a la empresa en un entorno cada vez más competitivo. Aunque a mediados de los 90 su tecnología comenzó a rezagarse, una alianza con IBM en 1998 revitalizó su posición en el mercado.
En el nuevo milenio, Western Digital no se quedó atrás y se adaptó a las tendencias emergentes. En 2001, fue pionera en introducir discos duros ATA con un buffer de 8 MiB, y en 2003, lanzó los WD Raptor, que se destacaron por su velocidad de 10,000 RPM. La serie My Book, presentada en 2006, se convirtió en un producto estrella entre los consumidores finales.
Un hito crucial fue la adquisición de SanDisk en 2016 por 19,000 millones de dólares, lo que consolidó su presencia en el sector del almacenamiento en estado sólido. Aunque esta integración presentó retos, amplió considerablemente sus capacidades en esta área crítica. Sin embargo, en 2023, Western Digital decidió escindir su división de almacenamiento flash, con planes de formalizar la separación en 2024.
El camino no ha estado exento de obstáculos recientes. En 2023, un ciberataque comprometió 10 TB de datos, obligando a una suspensión temporal de algunos servicios. Asimismo, las expectativas de una fusión con Kioxia se vieron frustradas por la oposición accionaria.
A pesar de todo, Western Digital continúa marcando pautas en innovación. El lanzamiento en mayo de 2024 del primer disco duro externo de 6 TB en formato de 2,5 pulgadas es un testimonio de su compromiso continuo con la revolución tecnológica en almacenamiento. Aunque enfrenta desafíos constantes, su capacidad de adaptación y su enfoque en la innovación aseguran que Western Digital permanezca como un líder indiscutible en esta industria dinámica.