Carlos Sainz enfrenta un 2023 lleno de obstáculos en Williams
Carlos Sainz está experimentando un año complicado en su nueva etapa con Williams. En el último Gran Premio de Italia, un desafortunado choque con Ollie Bearman dejó al piloto madrileño fuera de los puntos, truncando una prometedora remontada. Sainz había comenzado a ganar posiciones cuando el incidente en Monza puso fin a sus aspiraciones, ejemplificando la delgada línea entre el éxito y el fracaso en la Fórmula 1.
Este accidente fue un golpe más en una temporada repleta de frustraciones para el piloto. «Estábamos haciendo una buena remontada», comentó Sainz, expresando su desánimo tras la penalización de Bearman que no logró compensar un fin de semana perdido.
La racha de mala suerte está afectando la moral de Sainz, quien nunca había enfrentado tantas adversidades consecutivas. «Está siendo muy duro de llevar», admitió, reflejando el enorme desafío emocional al que se enfrenta.
El equipo Williams también siente la presión. Las constantes carreras sin puntos no solo influyen en Sainz, sino que complican la estabilidad de la escudería. El piloto ha pedido un monoplaza competitivo y claridad en el futuro proyecto de cara a 2026. De no mejorar la situación, la relación con el equipo podría tensarse, afectando su trayectoria en la Fórmula 1.