Durante su visita a la pasarela de moda Mercedes-Benz Fashion Week (MBFW) en Madrid, la vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, protagonizó un curioso episodio que rápidamente captó la atención tanto de los asistentes como de las redes sociales. Como aficionada del sector de la moda, Díaz recorrió los stands de nuevos creadores, deteniéndose en el de la marca Tarti Tailored. Acompañada de una de sus asistentes, se probó un llamativo anillo. Sin embargo, tras posar para dar visibilidad a la pieza, ambas continuaron su recorrido sin realizar el pago correspondiente del anillo valorado en 40 euros, lo que generó sorpresa entre los presentes.
Elena Salvador Torres, la responsable de Tarti Tailored, reaccionó publicando un vídeo en redes sociales. Con un tono entre humorístico y de reclamo, explicó que Díaz había prometido volver para pagar pero no lo había hecho. «Me dijo ‘ahora vuelvo’, pero no regresó”, comentaba Salvador, añadiendo un amable “vuelve, porfa” dirigido a la vicepresidenta para resolver el asunto. La publicación no tardó en volverse viral, alimentando el debate sobre el incidente entre usuarios de las redes y asistentes al evento.
El malentendido no tardó en resolverse. Minutos después de que el vídeo comenzara a circular, el equipo de Yolanda Díaz contactó a Salvador para disculparse y efectuar el pago del anillo. En un mensaje cercano y amistoso, explicaron que la vorágine mediática y el ritmo del recorrido les impidieron volver al stand, pero expresaron su deseo de solucionar el malentendido: “Tenemos una deuda contigo, ya nos dirás cómo podemos hacerlo”, señalaron. Además, Díaz escribió personalmente a la diseñadora, reiterando su aprecio por el anillo y lamentando no haber podido pasar más tiempo en el stand.
La rápida gestión del incidente por parte de Díaz y su equipo calmó rápidamente los ánimos, demostrando responsabilidad y apoyo hacia los diseñadores emergentes. Elena Salvador, satisfecha con la solución, confirmó en redes que el pago había sido realizado y agradeció la actitud del equipo de la vicepresidenta.
El episodio, lejos de escalar a una controversia mayor, resultó en una inesperada publicidad para Tarti Tailored. La atención mediática proporcionó una valiosa visibilidad a la diseñadora bilbaína, atrayendo nuevos seguidores y clientes interesados en su trabajo. Este incidente subraya cómo incluso la atención mediática no planificada puede convertirse en una plataforma de promoción para aquellos que buscan establecerse en el competitivo mundo de la moda, y destaca la importancia de apoyar a los creadores locales.
