Diversos sectores han manifestado su oposición a la fusión planificada de dos importantes entidades bancarias, argumentando que esta unión podría resultar en una mayor concentración en el sector financiero, lo cual sería perjudicial para la competencia. Preocupa especialmente el impacto en el coste de los servicios bancarios, que podría incrementarse, afectando a los consumidores. Las voces en contra instan a las autoridades a revisar rigurosamente el proceso, priorizando la diversidad y accesibilidad en el mercado.
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