En el contexto de la cumbre entre Donald Trump y Vladímir Putin en Alaska, la desconfianza y frustración en Ucrania se hacen evidentes. Genadi Kostov, un veterano de guerra, refleja el desencanto cuando define el encuentro como una reunión entre «dos gilipollas». Opiniones similares resuenan en redes y medios ucranios, donde se critica fuertemente la gestión de Trump y su aparente conciliación con Moscú. La decisión de negociar la paz sin un alto el fuego previo genera escepticismo y se percibe como una victoria para Putin. Mientras Europa se convierte en el principal proveedor militar de Ucrania, la estrategia estadounidense de reducir el apoyo militar genera tensiones en el frente bélico, afectando a las tropas ucranias que enfrentan la ofensiva rusa. La percepción pública se inclina hacia la desilusión con la administración Trump, intensificada por la celebración de líderes rusos como Dmitri Medvédev.
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