El canciller alemán, Olaf Scholz, destacó en la Conferencia de Seguridad de Múnich que la paz en Ucrania solo será posible con la garantía de su soberanía y rechazó cualquier «paz dictada». Scholz subrayó que un triunfo ruso o el colapso ucraniano amenazarían la estabilidad europea y global, enfatizando que la seguridad de Ucrania debe ser asegurada sin separar los intereses de seguridad entre EE UU y Europa, ya que solo beneficiaría a Vladímir Putin. Haciendo hincapié en la necesidad de continuar el apoyo europeo a Ucrania tras la guerra, Scholz señaló la importancia de mantener unas Fuerzas Armadas ucranianas capaces de afrontar futuros ataques rusos, un desafío que Ucrania no puede asumir sola. Alemania planea continuar su respaldo a Ucrania, considerando contraer deudas superando el límite constitucional del “freno a la deuda” en emergencias, como la guerra actual. Además, Scholz afirmó que el gasto en defensa de su país deberá incrementarse permanentemente, requiriendo una reforma del mencionado freno.
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