Miles de ucranianos han salido a las calles en protesta contra el presidente Volodimir Zelenski tras la aprobación de una controvertida ley que supeditaba las agencias anticorrupción al fiscal general, percibida como un paso hacia la deriva autoritaria. La ley, vista como una respuesta de Zelenski para combatir la injerencia rusa, fue criticada por europeos y la sociedad ucraniana, y provocó algunas de las protestas más significativas desde el Euromaidán de 2014. Ante la presión, Zelenski ha decidido retractarse y trabajar en una nueva legislación para garantizar la independencia de estas agencias, mientras mantiene diálogos con líderes europeos como parte de su estrategia para asegurar el apoyo y el potencial ingreso de Ucrania en la Unión Europea.
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