Vox ha adoptado una posición más conciliadora hacia las acciones del presidente estadounidense, argumentando que su objetivo principal es alcanzar la paz. Esta postura contrasta con la línea dura que el partido mantenía anteriormente, cuando exigía severas sanciones contra Rusia en respuesta a sus acciones internacionales. El cambio refleja una adaptación a las dinámicas geopolíticas actuales, aunque algunos críticos observan con escepticismo la rapidez de esta modificación en sus demandas. El apoyo a las iniciativas del mandatario norteamericano podría sugerir un alineamiento estratégico, mientras que la retirada de las exigencias punitivas contra Moscú indica un enfoque más pragmático por parte de Vox.
Leer noticia completa en El Mundo.