La prisión de Ketziot en Israel, conocida por ser un centro de detención durante la primera Intifada, alberga actualmente a activistas de la Flotilla Global Sumud, detenidos tras ser abordados por la Marina israelí. Según la ONG Adalah, estos activistas han sufrido malos tratos, incluyendo obligarlos a arrodillarse y negarles agua y atención médica. Se les está juzgando en un tribunal especial sin asistencia legal adecuada, lo que ha suscitado críticas por violaciones legales. Mientras tanto, otros nueve barcos se dirigen hacia Gaza, y la organización de la flotilla prepara nuevas expediciones. Los diplomáticos, incluida la representación española, buscan acceso consular, mientras que informes recientes destacan abusos en Ketziot. Hasta ahora, solo los parlamentarios italianos han sido liberados.
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