Dos activistas de PETA irrumpieron la audiencia general del Papa Francisco para protestar contra las corridas de toros en el Aula Pablo VI del Vaticano. Llevaban carteles con el mensaje «Las corridas son pecado» y camisetas con el lema «Dejen de bendecir corridas». Fueron desalojadas sin resistencia por la guardia suiza. PETA exhorta al pontífice a romper los vínculos de la Iglesia Católica con la tauromaquia, citando que esta práctica va en contra de los principios de compasión del Evangelio y la dignidad humana según la encíclica Laudato si’. A pesar de la interrupción, la audiencia continuó, enfocándose en la situación en Oriente Medio y otros conflictos globales, con el Papa Francisco llamando a la paz y orando por diversas naciones en crisis.
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