En Alemania, el reciente resultado electoral ha evidenciado un cambio en el paisaje político del país. La coalición de centro-derecha CDU-CSU, liderada por Friedrich Merz, ha emergido como la primera fuerza, aunque con un modesto respaldo de menos del 30% del voto popular, y la extrema derecha de Alternativa para Alemania (AfD) ha consolidado su posición como la segunda fuerza política, obteniendo más de un 20% de los sufragios. Este avance de AfD refleja un viraje hacia políticas más restrictivas respecto a la inmigración, desafiando las ideas hasta ahora dominantes de una sociedad multicultural. A pesar de su auge, Merz ha descartado cualquier coalición con AfD, buscando en cambio posibles acuerdos con el SPD y los Verdes, aunque la diferencia programática, especialmente en temas de inmigración y medio ambiente, podría complicar las negociaciones. Esta elección subraya la creciente inclinación en Europa hacia políticas nacionalistas y de control de fronteras, destacándose Alemania como un claro ejemplo de este fenómeno.
Leer noticia completa en OK Diario.