La agencia de calificación S&P ha mejorado la nota crediticia de España de ‘A’ a ‘A+’ con perspectiva estable, resaltando el fortalecimiento financiero externo del país gracias al esfuerzo del sector privado y el impulso de las exportaciones. La inmigración, principalmente de América Latina, y las reformas estructurales previas también han contribuido a un crecimiento económico proyectado del 2,6%, superior al de la Eurozona. A pesar de esto, S&P advierte sobre la elevada deuda pública y las posibles desviaciones presupuestarias debido a la fragmentación política y los recientes escándalos de corrupción. La falta de apoyo parlamentario para aprobar presupuestos y reformas se presenta como un desafío, manteniendo la calificación bajo vigilancia.
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