El Metro de Madrid enfrenta desafíos por el cierre parcial de la línea 6, la más transitada del sistema, debido a obras que se prolongarán hasta enero de 2026. Para gestionar el aumento de flujo de pasajeros, se ha contratado la instalación de 500 barreras, portapancartas y soportes, con una inversión de 107.925,71 euros. La situación ha generado protestas por la congestión en horas punta y ha requirido la intervención de trabajadores para organizar el tránsito de usuarios. Mientras se implementan lanzaderas de autobuses para aliviar el problema, el gobierno madrileño ha pedido disculpas públicas, reconociendo las dificultades en la gestión del servicio durante este intenso periodo de obras.
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