La reinauguración de la catedral de Notre-Dame en París reunió a más de treinta líderes mundiales, incluido el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski. Sin embargo, la notable ausencia de España en el evento ha generado una disputa entre los ministerios de Exteriores y Cultura. El Ministro de Cultura, Ernest Urtasun, declinó su asistencia debido a compromisos familiares, sin informar directamente al Ministerio de Exteriores, quienes afirman no haber recibido ninguna consulta sobre la invitación «intransferible». La falta de coordinación ha sido criticada, especialmente considerando que la presencia de representantes españoles podría haber facilitado encuentros estratégicos en este significativo evento cultural y político.
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