En Carrascal de Barregas, un pequeño municipio de Salamanca, se descubrió que tres concejales del PP y dos del PSOE dilapidaron fondos públicos en lujosas comidas, bebidas y gasolina durante el periodo 2019-2023. Estos gastos, realizados bajo el pretexto de representación municipal, rara vez fueron justificados adecuadamente. La nueva alcaldesa, Noelia Merino, del PSOE y sin experiencia política, impulsó una investigación que resultó en la exigencia de reembolso de casi 8.000 euros por parte de los concejales responsables. La trama evidenció un uso indebido y personal de los fondos, y continúa generando reacciones en el ámbito político local.
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