En un intenso partido de Wimbledon, un tenista logró imponerse con parciales de 6-1, 3-6, 6-3 y 6-4 contra un rival conocido por su potente saque, que limitó los intercambios largos a solo cinco durante todo el encuentro. El enfrentamiento mostró la capacidad del ganador para adaptarse y superar el juego agresivo de su oponente, asegurando así su pase a la siguiente ronda del prestigioso torneo.
Leer noticia completa en El Mundo.