El incendio más devastador en la historia de Galicia ha asolado San Vicente de Leira, en Ourense, destruyendo el 90% de las viviendas y recuerdos de sus habitantes. Una semana después del desastre, la comunidad local organizó una concentración para expresar su agradecimiento a quienes les han brindado apoyo. De 200 a 300 personas participaron en el evento, superando las expectativas de la asociación vecinal. Aunque agradecidos, los residentes, entre ellos Rosana, instan a las autoridades a proporcionar ayuda para recuperar su vida. El alcalde Enrique Álvarez abrió una crucial vía de escape el año pasado, salvaguardando a la comunidad cuando el fuego rodeó la aldea. La falta de infraestructura adecuada resalta el abandono que sienten los vecinos, quienes enfrentan el desafío sin agua potable ni electricidad, pero con el respaldo de quienes siguen enviando suministros. Los lugares simbólicos del pueblo permanecen en pie, otorgando esperanza y motivación mientras exigen una respuesta coordinada de las administraciones para reconstruir lo perdido.
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