El próximo 23 de febrero de 2025, los votantes alemanes acudirán a las urnas para determinar la dirección de su gobierno, con los democristianos conservadores de Friedrich Merz como favoritos. Las elecciones, que tienen como temas centrales la inmigración y la reactivación económica, se anticiparon tras el colapso de la coalición de centro-izquierda del actual canciller Olaf Scholz. Scholz, del SPD, promueve el aumento de prestaciones sociales y un salario mínimo más alto, pero su popularidad ha disminuido. Merz, líder de la CDU, aboga por medidas estrictas sobre inmigración y cambios fiscales. Alice Weidel, de AfD, apuesta por políticas duras de «remigración» y acercamiento a Rusia, mientras que Robert Habeck, de los Verdes, se centra en aumentar el gasto en defensa y promover la inversión pública en un contexto de coalición que ya ha enfrentado dificultades tras las tensiones energéticas derivadas de la invasión de Ucrania.
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