En el año 2023, el panorama de la inversión extranjera directa (IED) en la Unión Europea ha experimentado cambios significativos, reflejados en cifras que resaltan la importancia y las dinámicas de las economías más influyentes. El valor total de las inversiones de entrada en once países de la UE alcanzó los €3.263 billones, lo que representa un leve incremento respecto a los €3.241 billones reportados en 2022.
Uno de los aspectos más destacables en este contexto es el ascenso de Alemania al puesto de principal economía inversora, superando a Estados Unidos. Las inversiones provenientes de Alemania alcanzaron un valor de €410 mil millones, representando el 12,6% del total de las inversiones por economía inversora última. Mientras tanto, Estados Unidos, que se ubicaba previamente en la cima, cayó al segundo lugar con inversiones de €406 mil millones, equivalentes al 12,5% del total. Francia ocupó el tercer lugar con €356 mil millones (10,9%), seguido por el Reino Unido con €290 mil millones (8,9%) y Suiza completando el top cinco con €211 mil millones (6,5%).
En el ámbito de las economías de inversión inmediata, Luxemburgo se destaca notablemente al contabilizar inversiones por un valor de €550 mil millones, lo que representa el 16,9% del total. Esta cifra coloca a Luxemburgo por delante de los Países Bajos, que registran €502 mil millones (15,4%). Alemania, posición que también se mantiene relevante, acumuló €363 mil millones (11,1%), seguido por el Reino Unido con €291 mil millones (8,9%) y Francia con €231 mil millones (7,1%).
Estas cifras no solo subrayan el volumen y la significancia de la inversión extranjera directa en la economía de la UE, sino que también reflejan las transformaciones en las fuentes más prominentes de inversión. Esto podría ser indicativo de cambios en el entorno económico y en las políticas de las naciones que ejercen mayor influencia a nivel global. En este contexto, el ascenso de Alemania como líder en inversiones puede ser visto como un reflejo de su robustez económica y su capacidad para atraer y dirigir flujos de capital en tiempos de cambios complejos en la economía mundial.