Varsovia completó en agosto de 2022 la construcción de una valla de 550 kilómetros en su frontera con Bielorrusia, un país aliado de Rusia. Este proyecto, implementado en medio de tensiones regionales, busca reforzar la seguridad fronteriza de Polonia frente a la inestabilidad geopolítica en la zona. La barrera representa un esfuerzo significativo para contener posibles desafíos migratorios y defensivos, reflejando las crecientes preocupaciones de seguridad entre los países de Europa del Este en el contexto de las relaciones con Moscú.
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